viernes, 10 de diciembre de 2010

EL DÏA EN QUE MORÏ

Desde siempre todos alguna vez hemos pensado en la muerte, como va a ser, por qué, cuando, etc. O por lo menos yo lo he hecho y muchas veces, nunca pensé que fuera así tan rápido, tan extraño, que no sintieras ni tristeza hacia quienes lo padecen  simplemente una tranquilidad ya no hay nada de lo demás que sienten los vivos adiós a esas situaciones que te reprimen, adiós a el enojo, aquí solo es tranquilidad nada más que eso, y no te duele pensar el cómo moriste, ni por qué de esa manera tan cruel ni mucho menos por qué a esa corta edad, muchos dirán era joven tenía una vida por delante…. Mi nombre es Laura y esto es el día de cuando morí, esto lo recuerdo como si fuera  ayer fue una serie de eventos poco creíbles el día 23 de julio, si, el día de mí cumple años fue una mañana como todas en vacaciones, desperté, prendí la televisión, busque mi celular pero no lo encontré, Salí a la sala a buscarlo, mire a mi alrededor y vi cosas extrañas rosas rojas pintadas en negro, muchas pero muchas y también vi un disco de my chemical romance con la canción de Helena gravada cientos de veces fue muy extraño y recordé lo que en la secundaria les decía a mis amigas, que el día en que muriera quería ese tipo de flores y que pusieran esa canción, me reí de aquello y seguí observando a mi alrededor, no veía a nadie todo estaba en silencio, comencé a jugar con las flores y reproduje el disco, enseguida escuche que alguien venia, eran familiares cuando les iba a preguntar si alguien había visto mi celular, antes de que dijera una palabra, su mirada quedo paralizada y de ella se emitió un sonido agudo, que era un grito de miedo, en la mirada se veía el pánico, yo sorprendida de aquella escena salí de ahí y encendí mi computadora , inicie sesión, abrí facebook y empecé a ver notificaciones, había demasiadas nunca había visto tantas, y comencé a leerlas una por una pero dije “WOWW son demasiadas, pero….. Algo no está bien, ninguna dice felicidades o un feliz día..!” todas dicen… no sé por qué paso, no sé en donde estas, amiga lo único que sé es que siempre estarás en mi corazón, en mis recuerdos.., y cosas por el estilo, comencé a escribir que me explicaran que era lo que sucedía por qué todos escribían eso? Era acaso una broma? Al terminar de escribir di clic en publicar y nada, lo intente una vez más y NADA!! Enojada cerré mi portátil y me acosté a recordar en donde había dejado mi celular, recuerdo que llevaba un bolso negro nuevo (demasiado bonito por cierto), llaves, iPod, cartera, maquillaje y nada no veía nada de lo que llevaba la noche anterior, nuevamente salí a ver si ya había pasado la histeria del momento, al salir me percate de que todos en la sala lloraban, tías, tíos, primos y de más… extrañada me acerque y vi que nadie me miraba a los ojos nadie volteaba a verme, era como si estuviera muerta, como si fuera invisible, como si no existiera… toque el hombro de uno de mis familiares y sólo reacciono como si le hubieran lanzado una cubeta de agua helada, todos notaron su reacción, pero nadie me notaba a mí, no escuche nada más que mi subconsciente, recordando, que hice? Qué pasa?... sin más entro mi papá con los  ojos llenos de lagrimas y a la vez llenos de coraje y rencor, con el llevaba mi bolso y…… un documento, lo dejo en la mesa y yo le hable, y me ignoro totalmente, corrí al ver los documentos que llevaba y me quede paralizada al ver lo que decía cada uno,  notas de funerarias, notas de arreglos florales, y un ataúd con mi nombre gravado en letras góticas, fue tanta la impresión, enseguida empecé  a recordar todo lo que había vivido un día antes y sí, me di cuenta de que estaba ya muerta, que la que estaba en la casa era sólo mi alma o mi energía como yo diría, me senté en  el sofá y repetía en mi mente todos los hechos del día en que mi vida se esfumo, exactamente el día 22 de julio un día normal, iba a salir con mis amigos a festejar mi cumpleaños, sin más un día totalmente normal, inicie el día normalmente realice mis actividades de a diario, use mi computadora actualice todo y me arregle para salir  al atardecer, al llegar al lugar dicho con mis amigos nadie había llegado, les mande mensajes, les hable y todos me respondían con absurdos pretextos y con un “LO SIENTO” fingido, enojada me fui al lugar de la reservación sin importarme que estuviera sola, estúpidamente hice una llamada para cancelar la reservación al llegar lógicamente ya no estaba mi lugar, me dirigí a la barra y pedí un martini, mientras lo bebía miraba, observaba a mi alrededor y me percate que en la misma barra estaba una persona, bastante desagradable mencionar su nombre dejémoslo en que era un hombre, con aproximadamente mi edad, tuvo algo que ver conmigo? Si, en tiempos pasados. Continúe bebiendo mi martini, enseguida pedí otro y otro, solo fueron 3 copas, pero mientras las bebía pensaba obsesivamente en lo que había pasado ese día, qué no era el día para festejar?  Escuchaba la música, pero no la entendía simplemente era un sonido de fondo, seguía alucinando, ya con 3 copas encima mi mente creaba más de lo normal, pague la cuenta con mi tarjeta nueva por cierto ese mismo día me la habían regalado, así que no traía en efectivo, Salí estaba un poco mareada, iba a tomar un taxi pero… no tenia en efectivo, decidí caminar hasta encontrar un cajero o algo por el estilo, no era muy tarde aun era temprano, todo estaba tranquilo, ninguna señal de una mente homicida o algo por el estilo, mientras caminaba en la banqueta veía pasar uno y otro y otro carro, mi mirada estaba perdida, simplemente pensaba y pensaba, se me ocurrió una grandiosa idea, decidí pasar el rato que me quedaba en un café ya hubiera sido, leyendo un buen libro, o escribiendo obviamente, drogándome con más y más cafeína de ese café de Starbucks que tanto me gusta, pero.. Pequeño problema no tenía un libro, ni una portátil en donde escribir en ese momento, lo menos que quería era regresar a casa, opte por ir a una librería o a algún centro comercial, comprar un libro y retirar dinero del cajero, camine hasta que me encontré con una tienda comercial, entre compre lo que necesitaba y salí, continúe en marcha hacia el café pero ya no caminaba sola, alguien iba siguiendo cada uno de mis pasos, de mis movimientos, el pánico se apodero de mi, ya no veía nada cada vez caminaba más y más rápido llegue a una esquina para mi mala suerte estaba sola y el foco estaba fundido, uno de mis zapatos que eran bastante altos se fue de lado y tropecé ahí me alcanzo, sentí como sus manos me tomaron del brazo, me pegaron hacia la pared de golpe, el miedo brotaba de cada uno de mis poros, no sabía que pasaría, en ese momento escuche su voz decirme fríamente “GRACIAS, POR TODO, AHORA TE PAGARE DE LA MISMA MANERA”, reflexione tan rápido como pude y llegue a la conclusión de que nunca le había hecho nada malo, sin más sentí como sus manos me tomaban del cuello y obstruían mi respiración, cada vez más fuerte, más y más solo lo veía fijamente a los ojos, de él solo se emitía odio y más odio, rencor reprimido que se liberaba al sofocarme, sentía como mis ojos se cerraban lentamente, me quedaba inconsciente hasta que caí como una vil basura, enseguida reacciono y ahora aterrorizado de su atroz cometido sin verle otra salida todo el objeto más rígido, que para mala suerte era una asquerosa piedra que se encontraba a un costado de la banqueta, la tomo y sin pensarlo dos veces empezó a golpear mi cabeza una y otra y otra vez, rápidamente mi cerebro comenzó a inflamarse más rápido y más rápido hasta que mi aparentemente fuerte cráneo se facturaba dejando salir ese fluido color rojo sangre, tal y como me gusta ese color, se empezó a mezclar con mi cabello y el frio concreto de aquella calle, mi iris ya no se enfocaba a un solo punto en su entorno, tenía tanta sed, mis labios se secaban, tanto dolor era insoportable pero no podía gritar, ni mucho menos llorar ya la sangre cubría la mayor parte de mi cuerpo, aquel vestido negro que con tanto esmero cuide se veía arruinado por la mancha de mi sangre, ya mis órganos se apagan uno a uno, mi última visión, mi último latido, mi último aliento…y así morí, tan patética y absurdamente tirada en una calle, con mi mejor vestido, mis mejores zapatos y lo más importante dejando todo lo que tenía por delante, no recuerdo que paso después, quien recogió mi cuerpo, quien le aviso a mis padres ni su expresión al saberlo…..
NOMBRE: Jiménez Zamudio Laura Alejandra
SEXO: Femenino                                               EDAD: 17 años     
CAUSA DE MUERTE: Derrame cerebral, asfixio, heridas múltiples
OBSERVACIONES:
Asfixiada
Golpeada brutalmente
No robo



No hay comentarios.:

Publicar un comentario